¿Te ha pasado que sueñas con trabajar en cierta
empresa y sabes que te sentirías completamente exitoso formando parte de ella, trabajando en equipo y desempeñándote en todo lo que te han platicado? Lo decretas inconscientemente y te olvidas del asunto.
Tiempo después, recibes una llamada, es del área de recursos humanos de la empresa de tus sueños, donde siempre habías querido
trabajar, acudes a todo el proceso de reclutamiento, sales seleccionado, acudes a la entrevista y te mandan la propuesta. Tu sueldo es EL TRIPLE de que jamás habías ganado. Más no podías pedir.
Inicias inmediatamente con la capacitación, poniendo atención y registrando absolutamente todo, ideando infinidad de mejoras que se podrían aplicar en un futuro.
Termina tu
capacitación y te quedas en el puesto para el cual has sido seleccionado. Inicias con tanto entusiasmo que pronto llegas a amar tu trabajo, dejando a un lado tus amigos, la escuela, tus tareas, la familia, y te entregas por completo a tus actividades.
Trabajas los fines de semana, asistes a eventos, conoces gente, te desvelas, tienes dinero para gastarlo en lo que quieras, pero no tienes tiempo, sin embargo no te importa, porque es el trabajo de tus sueños.
Así pasan tres meses, viajas, conoces a tus compañeros de trabajo a distancia y la relación de trabajo se convierte en amistad con la mayoría de ellos.
Pasan otros tres meses, sigues completamente comprometido(a), se acercan las posadas y hay recorte de personal en tu empresa soñada. ¿Adivina qué? La empresa decide dejarte fuera, sin importar cuanto te importaba tu trabajo, cuanto te gustaba, ni cuanto empeño pusiste.
¿Te suena familiar?
Este relato no se sacó de alguna película, mucho menos de un libro, esto es la vida real y a mucha gente le ha pasado. Algunos se deprimen, otros se alegran, otros mas lo ven como una
excelente oportunidad para hacer lo que habían dejado de lado. Pero después de varios meses, los ahorros, finiquitos y aguinaldos se van terminando, en caso de que no hayas encontrado otra actividad que te pueda generar dinero, y empiezas a preocuparte.
¿A qué viene todo esto? A que en México, como sociedad, se nos ha inculcado una manera de obtener dinero, la cual es trabajando y esperando tu quincena o tu pago semanal, sin embargo, jamas se nos ha dicho en las escuelas que hacer una vez que somos despedidos, ni como afrontar los gastos personales que esto significa.
Actualmente las empresas mas solidas a nivel internacional, asi como empresarios exitosos han creado infinidad de modelos de negocios para que puedas invertir desde un bajo costo y puedas empezar a generar ingresos pasivos, paralelamente a tu desarrollo laboral en alguna empresa.
Este tipo de
modelos de negocio puede ser desde una maquinita de chicles ubicada en algún punto estratégico, pasando por una
franquicia personal, regalías obtenidas del escrito de algún libro, hasta franquicias del tamaño de McDonald´s, las cuales cuentan con un sistema previamente aprobado para el éxito de estas, las cuales pueden seguir operando sin necesidad de tener al dueño o empresario atendiendo al cliente las 24 hrs. del día.
Existen muchas publicaciones periódicas, revistas, boletines informativos, páginas web, periódicos, los cuales mes con mes o incluso con una frecuencia mucho menor, están estudiando y analizando las diferentes propuestas que se van adecuando al mercado actual, solo es cuestión de que cada uno tenga el interés de acercarse a una de estas publicaciones y consultarlas.
Al final de cuentas, existen negocios para todo tipo de gustos, simplemente todo depende de cuantos recursos (economicos, tiempo, intelectuales) estés dispuesto a invertir para en algún futuro poder hacerle frente a un despido laboral y porque no, a un próximo retiro.
